La terapia Gestalt es una forma de psicoterapia que se puede llevar a cabo de manera individual o en grupo. También se utiliza en entornos empresariales, escolares y otras organizaciones para mejorar las relaciones laborales. Los terapeutas Gestalt son alentados a improvisar y experimentar, adaptándose a las experiencias y necesidades únicas de cada paciente. Aunque las sesiones son muy personalizadas, existen ciertas técnicas comúnmente empleadas.

Técnicas Clave de la Terapia Gestalt

• Silla vacía: Esta técnica es probablemente la más asociada con la terapia Gestalt. Ayuda a resolver problemas de relación y a promover el autodescubrimiento. Consiste en sentarse frente a una silla vacía y hablarle como si fuera alguien con quien se tiene un conflicto. La silla también puede representar una parte de uno mismo, fomentando un diálogo interno más eficaz que hablar del problema directamente con el terapeuta.
• Exageración: Esta técnica utiliza el comportamiento físico para descubrir pensamientos y emociones ocultas. El terapeuta observa atentamente el lenguaje corporal del paciente. Si se nota una reacción física, como fruncir el ceño o moverse en la silla, se le pide al paciente que lo repita de manera exagerada. Luego, se exploran las emociones asociadas y su conexión con la experiencia.
• Dramatización: Diferentes tipos de actuación son parte de la terapia Gestalt. Puede incluir el juego de roles, donde se actúan ambos lados de una conversación con alguien con quien se tiene un conflicto, a menudo llamada técnica de las dos sillas. El terapeuta también puede pedirte que recrees un momento doloroso o traumático del pasado para revivir las emociones en el presente y procesarlas.
• Enunciados en primera persona: Esta técnica te ayuda a centrarte en tus propias acciones y sentimientos, asumiendo la responsabilidad de ellos en lugar de culpar a otros. Por ejemplo, en lugar de decir que algo o alguien te hace enojar, el terapeuta te alentará a decir “me siento enojado cuando…”.
• Confrontación: Si el terapeuta detecta que estás evitando algo, te desafiará a enfrentarlo. Aunque esta técnica puede parecer agresiva, es menos común en la terapia Gestalt actual que en sus inicios.
• Actividades creativas o físicas: En lugar de conversaciones pasivas, la terapia Gestalt enfatiza el movimiento y la actividad. Involucra actividades artísticas como el dibujo, la escultura o la danza para ayudarte a ser consciente y centrarte en el presente.
• Sueños: El terapeuta te ayudará a explorar tus sueños y encontrarles significado, pero no intentará interpretarlos por ti.
• Perro dominante/perro sumiso: Este ejercicio de roles te permite actuar dos aspectos diferentes de tu personalidad: la parte crítica que intenta presionarte para ser o actuar de cierta manera, y la parte que se siente débil y resiste tus demandas internas de cambio. La idea es crear un equilibrio.